Descanso
breve, fotografías de rigor y emprendemos la bajada por la vertiente contraria
a la que hemos escogido para la subida siguiendo las indicaciones del GPS. En
los primeros 200 metros
de bajada volvemos a encontrarnos con un terreno escarpado, en el que las
pequeñas piedras hacen que carezcamos de un buen apoyo y las grandes rocas y
ramas de árboles dificultan el trayecto. Una vez superado este tramo el camino
vuelve a ser más amplio, con la única dificultad de la nada desdeñable
pendiente.
Torre del Aljibe |
En
este punto los restos de parte de la muralla nos hacen desviarnos algo de la
ruta, por lo que al retomarla confundimos el camino y seguimos nuestro descenso
hasta comprobar que llegado un punto el tránsito es imposible. Volvemos sobre
nuestros pasos hasta la zona de la muralla, donde el camino gira hacia la
derecha como queriendo volver hacia el pueblo. El terreno que encontramos a
continuación es mucho más cómodo, aunque el camino se ensancha y estrecha en
varias ocasiones, pero durante los siguientes 900 metros bajamos hasta
la puerta que hemos mencionado en el comienzo de nuestra andadura, a la altura
de la ermita de San Bartolomé.
Ya
sólo nos queda deshacer el camino andado hasta los estacionamientos del embalse,
recorriendo en total unos 6
kilómetros en unas dos horas si caminamos a un ritmo
normal, teniendo en cuenta que la dificultad del trayecto puede considerarse
como moderada.
La
ruta proporciona sensación de plenitud, por el esfuerzo, por conseguir el
objetivo y por el disfruta de paisajes, restos arqueológicos y la flora
autóctona, por lo que mientras descansamos aprovechamos para admirar el
impresionante salto de agua de la presa de Alange, situado a escasos metros de
los aparcamientos.
Nuestra
ruta finaliza entorno a las 13:30 horas por lo que ya en coche nos dirigimos al
pueblo, donde escogemos el restaurante “El Parador” para nuestro
avituallamiento particular, que comenzamos con vino de las bodegas Viña Alange,
acompañados de una buena tapa de carne en salsa con patatas fritas, para
posteriormente pasar al comedor y disfrutar de un revuelto de espárragos
trigueros y setas de la zona, o carnes de cerdo y ternera con distintos guisos
(nos extenderemos más en este aspecto en siguientes entradas de nuestro blog).
Pinturas zoomórficas en "La Calderita" |
Reposamos
escasamente la comida, y aprovechando que el tiempo nos ha respetado y pese a
la amenaza de lluvia no ha caído ni una gota, nos dirigimos hacia las
inmediaciones de la localidad de la Zarza, a escasos 4 kilómetros de
Alange, ya que tenemos conocimiento de que a mitad de camino se puede acceder a
una serie de pinturas rupestres visibles en la zona de “La Calderita”. Es un
trayecto corto, apenas 3
kilómetros , pero los grandes desniveles y el poco agarre
del terreno hacen que la ruta sea complicada tanto en subida como en bajada,
aunque la gran visibilidad de las pinturas hacen que esta visita sea muy
recomendable.
Y
así finalizó nuestra primera aventura, a eso de las 16:30 horas, con unos 10 kilómetros
recorridos y con ganas de repetir. Estad atentos a las siguientes entradas de
nuestro blog y página web, así como a nuestros perfiles en Facebook y Twitter,
ya que iremos dando más detalles de esta primera expedición, centrándonos en el
disfrute de vinos y platos de esta zona.
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